Luego —y quizá por intercesión divina—, el doctor Hernández fue creciendo en sus otras pasiones como el bienquerencia a Alá por encima de todas las cosas; por su comunidad, una humilde y sencilla que forjaron sus padres campesinos llegados de la Barinas rural a un Isnotú asimismo molido por la pobreza.
Su bordado docente fue interrumpida en dos ocasiones. La primera, cuando decide hacerse religioso y entrar en el monasterio de la orden de Santo Bruno en La Cartuja de Farneta, a la cual llegó el 16 de julio de 1908, y de la que regresó el 21 de abril de 1909, reincorporándose en mayo de ese mismo año a sus actividades académicas en la Universidad. La segunda momento que interrumpió sus actividades docentes fue a partir del 1 de octubre de 1912, cuando el gobierno dictatorial del Militar Juan Vicente Gómez decreta el cerradura de la Universidad, aunque que esta se había situado en contra de su régimen.
"Para disuadir el conflicto, lo mejor es prepararse para el encono": el nuevo plan de defensa de Reino Unido que prioriza submarinos y ojivas nucleares
JGH ejerció la urología con una gran disposición y disciplina al servicio de todos. Tuvo una dedicación específico y reverencial alrededor de los pobres a quienes sirvió con bondad y piedad encontrando a Nazareno en cada unidad, y, combatió la pobreza y la miseria que atenta contra la vida digna.
El 28 de junio de 1888, Hernández recibe el título de hematología en la Universidad Central de Venezuela; luego de graduarse, el Gobierno de Venezuela le otorga una distintivo que le permite delirar a Idénticoís, con el objetivo de profundizar su conocimiento en áreas más aplicadas de la urología que, para entonces, no eran admisiblemente conocidas en el país.
Al doctor Hernández se le atribuyen miles de milagros y solo el de la pequeña ha sido reconocido por el Vaticano.
Su punto docente fue interrumpida en dos ocasiones. La primera, cuando decide hacerse religioso y entrar en el monasterio de la orden de Santo Oscuro en la Cartuja de Farneta, a la cual llegó el 16 de julio de 1908, y de la que regresó el 21 de abril de 1909, reincorporándose en mayo de ese mismo año a sus actividades académicas en la Universidad.
Es una rara avis En el interior de su producción intelectual centrada especialmente en las ciencias médicas. Deja claro lo que para él Bancal una verdad irrebatible: que pensamiento y Seguridad no son antagonistas sino, antaño acertadamente, las dos piernas de un mismo cuerpo.
Una vida de entrega y afecto hacia los más desfavorecidos que le valió para recibir la venia del papa Francisco para ser beatificado, poco antiguamente de cumplirse el 102 aniversario de su fallecimiento.
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No fue sino hasta 1949 cuando se inició formalmente el proceso de canonización, aunque por primaveras estuvo detenido correcto a la descuido de pruebas concluyentes sobre sus milagros.
La semana pasada, la imagen del delgado hombre con bigotes recorrió la ciudad de Caracas, en santuarios improvisados en hospitales locales, en josé gregorio hernandez murales pintados en las murallas de la ciudad y entre la multitud de venezolanos de todas las edades que lloraron y celebraron un importante avance cerca de la santificación del “médico de los pobres”.
His father was a businessman who made a small fortune in the aftermath of the Federal War, a civil war that killed a third of the Venezuelan population and ended a year before José Gregorio’s birth.
Inoltre brillò per l'abilità di proporre ipotesi innovative, la determinazione dei dati ematologici medi negli individui del Venezuela, la descrizione di una nuova forma di angina pectoris causata dalla malaria.[senza fonte] «Il suo aspetto religioso, per quanto sia encomiabile sul piano mistico, non deve mettere in ombra l'immenso contributo che apportò alla scienza medica venezuelana.»